Pasando por la triple frontera entre Eslovaquia, Austria y Hungría
Tal como lo mencioné en el post del Trópico de Capricornio, me llaman la atención los lugares que determinan algo. El lugar más mas alto, un cruce de meridiano, el punto mas al sur, mas al norte, mas al oeste, la linea imaginaria de una frontera….
Y como me llaman la atención esos lugares, grande fue mi alegría cuando revisando el recorrido que iba a hacer en auto desde Bratislava a Budapest me dí cuenta que íbamos a pasar muy cerca de la triple frontera entre Austria, Eslovaquia y Hungría. Y no solo eso, si no que había un camino que llevaba a ese punto.
Llegado el día de irnos de Bratislava dejé marcado el lugar de la triple frontera en el celular con la intención de ir hacia allá. Apenas unos cientos de metros antes de llegar a la aduana en la autopista Bratislava-Budapest, el GPS indicaba que debía tomar una salida que bordeaba a la aduana (por la cual no pasábamos los particulares por formar ambos países parte del Tratado de Schengen). Si bien me pareció raro tener que tomar esa salida, lo hice, pero ahí nomas había un policía que nos detuvo. Le intenté explicar en inglés a donde iba y el policía me explicó que estaba entrando a una zona no permitida. Luego miró el interior del auto, vió a los chicos y creo que cayó en la cuenta de que claramente no eramos gente peligrosa. Antes de dejarnos ir me aclaró con estas exactas palabras: «you can go, next time penalty». Bueno, bueno, después pateamos penales si querés. Ah no, no se refería a esos penales….
Seguimos por este desvío para terminar dentro de la zona de aduana. Un lugar del que finalmente no podía salir hacia el camino que lleva a la triple frontera, así que luego de dar un par de vueltas retome la misma ruta por la que venía y más adelante, ya en territorio húngaro, volví a tomar otra salida.
Esta vez no solo utilicé el GPS si no que ademas verifiqué que el camino realmente me lleve. En línea recta no estábamos a mas de 1500 metros, pero el GPS me indicaba que faltaban casi 5 km. En fin, ya estábamos acá, así que vamos hacia la triple frontera.
Una vuelta acá, otra allá, cruzamos vías de tren, entramos a camino de tierra, más camino de tierra, un país desconocido, en 3 horas teníamos que devolver el auto en Budapest, todo campo alrededor. Que difícil que tu familia (esposa…) esté conforme con lo que estás haciendo, pero aún así seguimos.
Y finalmente ahí está, la triple frontera. ¿Y qué hay ahí? Nada. Pero eso ya lo sabía, no esperaba un parque de diversiones. Solo quería estar parado en ese punto imaginario en que me rodean tres países.
En realidad sí hay algo. Un grupo de artistas dieron origen a diferentes esculturas que conmemoran el fin de la Guerra Fria y la apertura de la Cortina de Hierro que dividió a Europa durante décadas. Un cartel escrito en alemán explica quien hizo cada escultura y su significado. También hay un mojón con tres caras que, por supuesto, señala a los 3 países, y a unos metros hay una mesa triangular con 3 bancos para sentarse. Supuestamente cada banco se encuentra en un país distinto. ¿Qué persona de bien no quisiera repartirse con su familia o amigos en esa mesa para que cada integrante se encuentre en un país distinto o simplemente, si viaja solo, poner la Coca Cola en Austria, el vaso en Eslovaquia y el sandwich de jamon y queso en Hungría? Sin embargo acá surge un problema, si el mojón señala a cada país y a su vez la mesa y los bancos también lo hacen, uno de los dos NO se encuentra en la intersección exacta de la fronteras, que debería ser un punto exacto. Sin dudas algo que los gobiernos de estos países deberían solucionar a la brevedad antes de que más gente se vea envuelta en esta confusión geográfica.
Bromas aparte, me gustó pasar por este lugar. Al igual que en otros puntos notables donde estuve (fronteras, trópico, etc.), no hay nada mas que una referencia a la ubicación. Definitivamente hay gente para todo, y yo soy de los que los que les gusta pararse ahí y sentir que visité un lugar fantástico aunque en rigor de verdad, lo se, no lo sea tanto.
Asombroso!! Algún día espero poder ir, estupendo post!!!
Hola Nicolás, valió la pena!. Gracias por pasar a comentar.