Crítica: Hotel Holiday Inn Express Barcelona City
La planificación del alojamiento en Barcelona empezó muy temprano, ya que era nuestro primer destino y queríamos resolverlo lo antes posible. Me sorprendieron negativamente los precios promedio de alojamiento en la ciudad, a mi criterio bastante por encima de la media de España. Sin embargo tenía unos cuantos puntos SuperClub del Banco Santander Río acumulados y quería intentar aprovecharlos para pagar menos por el alojamiento.
Esto último hizo que me centrara en buscar a través de Despegar.com, que es el único con quien es posible canjear puntos SuperClub por hoteles, vuelos, etc. Como siempre en estos casos, la búsqueda incluye revisar todos los días para ver si aparecen nuevas opciones o si hay variaciones de precios. En el caso de los hoteles no, no hubo variaciones de precios mas allá de las obvias debido a las variaciones del dolar.
Vale decir que en el medio del proceso de compra, pero antes de haber pagado, el dolar en Argentina sufrió su primer devaluación del 2018, pasando de alrededor de $ 19 por dolar a unos $ 25 por dolar si no recuerdo mal. Esto provocó que el hotel aumentara repentinamente y me hizo tomar impulso para hacer el canje lo antes posible.
Finalmente el canje de puntos me permitió ahorrar casi un 50% en el valor del hotel y el saldo lo pude pagar en 12 cuotas sin interés. Podría decir que la acumulación de puntos dió sus frutos y es realmente conveniente para utilizarlos en viajes.
La idea con el hotel fue ir a un lugar medianamente aceptable, considerando que íbamos con dos chicos, y que esté cerca del centro de la ciudad.
A continuación mi crítica sobre el hotel.
Datos de contacto:
Web: https://www.ihg.com/holidayinnexpress/hotels/us/es/barcelona/bcnba/hoteldetail
Direccion: Carrer de Pallars, 203, 08005 Barcelona
Alojamiento contratado y fecha:
Seis días en agosto de 2018. Habitación triple (cama queen size y sofá cama bastante amplio) con desayuno. u$s 140 por noche, de los cuales la mitad los pagamos con puntos SuperClub.
Ubicación:
El hotel se encuentra a unos 300 metros de la estación Llacuna de la línea 4 (amarilla) del metro y a 100 metros de la Rambla del Poblenou. Desde este último lugar, y a otros 800 metros, llegamos a la playa, específicamente la Playa de Bogatell.
Del Barrio Gótico nos separan apenas 4 estaciones desde Llacuna, que son Bogatell, Ciutadella Villa Olimpica, Barceloneta y Jaume I, donde bajamos en pleno centro histórico de Barcelona. Una estación más y estamos en Plaza de Cataluña, desde dónde salen y llegan los Aerobuses que conectan con el aeropuerto de El Prat.
En un radio de 400 metros del hotel hay al menos 3 o 4 supermercados, ademas de restaurantes, bares, etc. La ubicación en lineas generales es muy buena, el barrio es tranquilo pero tiene buenas conexiones y servicios.
Servicios:
En el precio está incluído el wifi, desayuno y poco más. No hay servicios extra como pileta, sauna ni nada de eso. En el lobby hay un area amplia con sillones y un par de computadoras con impresoras para acceder a internet y/o eventualmente imprimir algo que haga falta, para utilizarlas hay que pagar aparte. Tambien en el lobby hay maquinas de bebidas frias, gaseosas y agua, obviamente no incluídas en el costo del hotel.
El edificio en general está bien mantenido, desde la calle se accede a una hall desde el cual, o bien por escalera o bien por ascensor, hay que ir al primer piso donde se encuentra la recepción del hotel. En esa misma planta se encuentra el salón donde se sirve el desayuno.
Atención del personal:
No tengo mucho para aportar al respecto, el trato que tuvimos fue poco pero siempre amable.
Habitaciones:
Estábamos en una habitación ubicada en la planta baja del hotel (que recordemos corresponde a un primer piso porque a esa altura comienza el hotel). Esta habitación daba a un gran patio, un área común del edificio en el que nos encontrábamos. Uno solo de los días en que estuvimos hubo algo de ruido en ese sector por la mañana, desconozco qué era pero nos llegó a despertar.
La habitación estaba bien en lineas generales. Suficientemente amplia y con espacio para desparramar el equipaje. Tenía un cama tamaño «queen» y otra que era un sofa cama apto para dos personas que no fuesen demasiado grandes. Esta última no era tan comoda como la cama principal, pero igual se podía dormir sin mayor problema.
Desde la habitación se podía manejar la temperatura en forma individual, algo que se agradece mucho. Aunque tampoco era demasiado calurosa, aun considerando que las temperaturas diarias superaban los 30°C habitualmente.
Teníamos televisor, por supuesto, caja fuerte, armarios, secador de pelo e incluso una pava eléctrica con sobres de café y te. Algo criticable es la ausencia de la mini heladera, un elemento que en mi opinión es fundamental y que elegiría siempre por sobre el televisor, el cual jamas utilizo. La heladera nos hubiese resultado de gran utilidad para guardar la leche para Thiago y cosas que uno compra y necesitan frio, o simplemente para tener agua fresca por la noche.
El baño era correcto, limpio y suficientemente amplio. Tenía bañadera y la ducha tenia una regulación por temperatura, es decir que una vez puesta la llave de control en un lugar determinado solo había que abrir el agua y esta saldría a la temperatura deseada. Estos dispositivos son algo bastante común en Europa y, si bien se consiguen en Argentina, su precio es un poco elevado. Pero es algo que pondría en mi casa definitivamente.
No tengo mayores críticas a la habitación, salvo la de la falta de heladera. Fue suficientemente cómoda para nuestra estadía.
Comida:
El desayuno estaba incluído en el precio y se sirve en el salón ubicado a un lado de la recepción. Un lugar bastante grande pero que, aun así, requiere esperar a que se libere lugar si uno llega después de las 9:00 de la mañana.
El servicio es del tipo continental con una variedad bastante amplia de bebidas, infusiones, mermeladas, jamón, queso, manteca, cereales, frutas, panes y panificados varios. Las bebidas se sirven desde maquinas dispensadoras de café, té, chocolatada, etc.
Esto último es algo que no me gustó demasiado. Tomó café con leche habitualmente y prefiero tener el café preparado y la leche por otro lado para servirme. El de la maquina no era taaaan bueno. Sin embargo es un detalle que no opaca lo bueno del desayuno en general.
Hago hincapié en el horario porque a partir de las 9:30 de la mañana principalmente se junta mucha gente en el salón. Es mas cómodo levantarse apenas unos minutos antes y desayunar mas tranquilo y con menos gente alrededor.
Mas allá del desayuno, el hotel no tiene restaurante. Tampoco recuerdo haber visto algún tipo de servicio de comidas a la habitación propio del hotel, aunque no descarto que pueda existir. A un par de metros del ingreso al hotel hay un restaurante con precios muy accesibles, tanto para desayunar como para almorzar o cenar.
Lo bueno:
-La relación precio/calidad resultó muy buena. Barcelona es caro.
-La habitación fue cómoda para nuestra estadía de 6 días.
-Había wifi gratuito con buen alcance en todo el hotel.
-Buen desayuno que permite incluso hacerse un par de sandwichitos para el mediodía .
-El precio era bueno considerando la zona y el tipo de alojamiento.
-La ubicación era buena. A 100 metros de la Rambla del Poblenou con su zona comercial, 800 metros de la playa y 300 metros de la estación de metro. Además la zona es muy tranquila.
-En la recepción hay computadoras con impresoras para utilizar (pero se pagan aparte).
Lo malo:
-La falta de heladera en la habitación me parece terrible. La solución parcial a este problema sería llevar una botella térmica.
Veredicto: Siendo Barcelona un destino caro para alojarse, este hotel resultó ser uno de los mas baratos que encontré con calidad mas que aceptable. Encontramos acá lo que estábamos buscando, ubicación cómoda, precio accesible, desayuno y un lugar confortable para dormir. Sin dudas para recomendar.
Para quién si:
Quienes buscan una buena relación costo/beneficio con un ojo puesto en el precio bajo. Quienes no tienen problemas en viajar 20 minutos al centro de la ciudad en transporte público. Quienes no quieran estar en una zona extremadamente céntrica con lo que eso implica para bien y para mal.
Para quién no:
Turistas en busca de un alojamiento con mas servicios o de mayor categoría y amplitud. Familias que busquen economía a la hora de comer, porque acá si o si hay que comer afuera (no hay posibilidad de cocinar uno mismo).
Créditos:
Imagen de portada: Google Street View