¿El rey de las bridge?
No tengo pensado hacer de este blog uno de análisis y testeo de cámaras. No digo que no me gustaría, pero me falta tiempo y alguien que me preste todas las cámaras para probar. Así que este post tampoco pretende analizar y menos aun probar (no está en venta aún) la nueva cámara lanzada hoy por Sony.
En el lente, Zeiss al frente, un anillo para zoom, un anillo para foco y otro para la apertura.
Me declaro entusiasta de las cámaras bridge, un segmento que intenta cubrir la brecha entre las compactas y las de objetivos intercambiables, en adelante ILC por Interchangeable Lens Camera (reflex y mirrorless). Hace unos años tuve una Panasonic Lumix FZ200 que fue luego reemplazada por otra Lumix, la FZ1000, que poseo actualmente.
Las cámaras bridge tienen un formato físico similar al de las reflex y mirrorless y ofrecen similares controles y funciones con muy pocas limitaciones respecto de sus hermanas mayores. De hecho poseen características técnicas que las ILC solo pueden soñar. ¿Como cuáles? concentrar en la misma cámara un lente de 25-600 mm de distancia focal equivalente con valor de apertura de f 2.8, por ejemplo (el caso de la FZ200). Por supuesto no es todo color de rosa, las bridge tienen falencias, pero se asume que esas falencias no van a preocupar demasiado a sus usuarios, que presumiblemente no son profesionales de la fotografía. Y, si lo son, no las utilizan como herramienta de trabajo.
Doble dial y pantalla LCD al estilo de las ILC mas pro.
Nikon, por citar un fabricante, tiene a la P900 con sus impresionates 83x de zoom (24-2000 mm equivalentes que superan ampliamente a toda la competencia). Canon también ofrece alcances increíbles, como los los 50x (24-1200 mm equivalentes) de su SX540HS. Sin embargo, en lo que a innovación real se refiere, y no a incrementar números monstruosamente para vender más, en mi opinion son Panasonic y Sony quienes llevan la delantera en el segmento.
Y hablando de Sony, justamente hoy se despachó con el lanzamiento de su nueva bridge. La Sony RX10 Mark IV. El «Mark IV» podríamos traducirlo como «versión 4«, porque antes ya hubo otras 3 RX10 que evolucionaron darwinianamente hasta la actual y algunas de ellas se siguen comercializando un escalón por debajo del modelo lanzado hoy.
Al extender el zoom la cámara se hace un poco grande.
¿Y qué tiene de particular esta cámara? Un sensor grande de 1″ en primer lugar. Ok, no es tan grande como el de una ILC, pero si mas grande que el de la mayoría de las compactas y mucho mas grande que el de cualquier celular.
Se suma el lente con un rango focal de 24-600 mm equivalentes. Es decir un zoom de 25x, con una apertura que va desde f 2.4 a 4.0. Agreguemos el autofoco de detección de fase con mayor cantidad de puntos de cobertura (mas rápido que el autofoco de detección de contraste habitual en cámaras compactas), la pantalla articulada y táctil (las versiones anteriores no la tenían) y el disparo en ráfaga de hasta 24 fotos por segundo.
Otros chiches incluyen la velocidad máxima de obturación de 1/32000 segundos (usando el obturador electrónico) y la grabación de video en formato 4K en 24, 25 y 30 fps y hasta 100 mbps. Me quedo sin tiempo si pretendo enumerar todas las funcionalidades.
Esa pantalla que «solo» se articula en lugar de también rotar no me convence.
¿Por una cámara que cubre tan bien las necesidades de los potenciales fotógrafos cuánto se podría pagar? Lo que Sony pide me parece simplemente desubicado. La cámara sale a la venta en Estados Unidos a un precio de u$s 1700. A modo de referencia, la Lumix FZ1000 que actualmente poseo se consigue por u$s 700 y comparte gran parte de las funcionalidades de la RX10, aunque ya tiene un par de años en el mercado.
Y el otro punto negativo es la ausencia de pantalla articulada/rotativa. Prefiero siempre ese tipo de pantalla sobre las articuladas simples. Podria agregar, de acuerdo al uso que podría darle yo, su tamaño como punto en contra. La RX10 pesa casi 1,1 kilos y ocupa bastante espacio, lo cual es esperable en una cámara de estas prestaciones. Pero aún así, ese volumen y peso puede resultar molesto para mucha gente.
Habiendo sido lanzada hace pocas horas creo que ya puedo dar mi veredicto. ¿Compraría esta cámara? Definitivamente no. El precio es descomunalmente alto y no ofrece el doble de prestaciones respecto, al menos, de la FZ1000 que cuesta menos de la mitad. Pero ¿es una buena cámara? No es buena, es excelente sin dudas. Tanto el lente, que lleva la firma de Carl Zeiss, como la funcionalidad e innovación que lleva dentro la RX10 Mark IV la convierten en una referencia del segmento. Aunque yo no la compraría, no puedo dejar de pensar que bien podría ser candidata a rey (¿reina?) de las bridge.