Visita al Parque Provincial Ischigualasto
Dos de los principales destinos de nuestro road trip por Argentina y Chile estaban muy cerca uno de otro aunque en distintas provincias. El Parque Nacional Talampaya en La Rioja y el Parque Nacional Ischigualasto o Valle de la Luna en San Juan.
Luego de una «ardua» investigación (que luego transcribí en este post), decidí que lo mejor era alojarnos en la localidad de Pagancillo, La Rioja, y desde alli visitar ambos parques. Una vez instalados en la Posada Talampaya su propietario nos recomendó ir primero al Parque Ischigualasto y luego a Talampaya. ¿Por qué? bueno, en sus palabras, Talampaya era más impactante y visitarlo primero nos iba a dejar un sinsabor cuando conozcamos Ischigualasto.
Tomamos su consejo y al día siguiente de nuestro arribo a Pagancillo, estábamos saliendo hacia el Parque Ischigualasto. La distancia que los separa es de unos 120 km que se hacen cómodamente dado el casi nulo trafico que circula por la ruta 76 y 150. Cuando digo casi nulo me refiero a cruzar no más de 5 o 6 autos en ambas direcciones durante esos 120 km. Con un poco de suerte, se pueden ver ñandúes a la vera de la ruta, experiencia que solo pudimos vivir una vez y fue tan fugaz que no nos permitió sacar fotos. Mas normal nos resultó ver zorros y maras.
Desde la ciudad de Pagancillo y en dirección a Ischigualasto se pasa «por la puerta» del Parque Talampaya. Luego sigue un pequeñisimo poblado llamado Baldecitos. Tan minúsculo que no parece siquiera tener trazado de calles. Aunque sí cuenta con al menos un alojamiento.
Pasado Baldecitos, la ruta 150 se ramifica hacia la ruta provincial 510. No es ahí adonde vamos, si no que continuando por la 150 y luego de algunos kilómetros más se llega al ingreso al Parque Ischigualasto.
El desvio de la ruta 150 hacia la entrada al parque (Street View)
El ingreso propiamente dicho al Valle de la Luna (Street View)
La barrera que se ve no indica que haya que pagar en este punto, se ingresa libremente y el pago se hace dentro en caso de hacer las excursiones. No tiene mucho sentido que ponga los precios de la entrada porque se pueden consultar actualizados en la web del parque (http://ischigualasto.gob.ar). En nuestra visita (octubre de 2016) pagamos, si mal no recuerdo, alrededor de AR$ 200 por persona. No me parece un valor tan elevado, las entradas de cine no distan demasiado y estamos hablando de un lugar único.
Hay varias opciones para recorrer el parque. Caminatas diurnas, caminatas nocturnas, travesías en bicicleta y el circuito tradicional. Este último es el que hicimos nosotros. Estimo que las caminatas nocturnas (se hacen con luna llena) deben ser increíbles y el Parque Talampaya también las ofrece (más sobre esto luego).
Apenas se cruza la barrera de ingreso y estacionamos el auto tenemos las oficinas del parque, dónde se compran las entradas; el Museo de Ciencias Naturales y Centro de Interpretación, donde se encuentran expuestos fósiles, replicas de dinosaurios e información de los mismos; un bar y kiosko; una pequeña feria de souvenires y, finalmente, un «balcón» que ofrece una vista panorámica increíble de todo el valle.
El Museo y Centro de Interpretación nos resultó interesante principalmente por nuestro hijo, quien estimo habrá entrado y salido una docena de veces para mirar una y otra vez las replicas de dinosaurios expuestas.
Ingresando por enésima vez a mirar las réplicas.
No solo réplicas, también fósiles completos.
Fósiles de todos los tamaños.
Y las réplicas que tanto le gustaron a nuestro hijo.
El bar no es demasiado grande y el aire acondicionado no parecía suficiente para los 40 °C que, según el termometro del auto, quemaban en el exterior. No tiene tampoco demasiadas opciones de comidas, pero digamos que es un lugar más para esperar hasta que salga el siguiente recorrido de la caravana de autos que para ser utilizado como restaurante gourmet.
Temperaturas como esta pueden llegar a opacar la visita.
El circuito tradicional, el que hicimos nosotros, consiste en un recorrido que se hace en auto (el propio) siguiendo un camino predeterminado. Funciona de la siguiente forma: se paga el ingreso y se estaciona el auto frente a la barrera de ingreso al circuito (o detrás del último auto que esté haciendo la fila) y se espera a que el guía habilite el inicio. Fácil.
En esta imagen de Street View se puede ver la fila de autos esperando el inicio del recorrido.
El recorrido completo dura unas dos horas y se extiende por alrededor de 40 km de camino de ripio y tierra, transitable fácilmente por cualquier tipo de vehículo. Las excursiones salen cada dos horas también, así que si cuando llegamos justo salió una, habrá que esperar irremediablemente a la siguiente (uno no puede entrar por su cuenta al circuito).
Antes de partir, un guía del parque se sube a uno de los autos (el primero) e indica no solo el recorrido a seguir si no dónde parar. En cada parada se detienen los autos, nos bajamos y el guía nos da una explicación detallada de ese punto en particular y su entorno. Las paradas coinciden con formaciones icónicas como la Cancha de Bochas, el Submarino o el Museo de Sitio Dr. William Sill. Este último se llama así porque se emplazó justamente en un lugar donde se hallaron fósiles de dinosaurios, que aún están parcialmente enterrados. Dentro se explica, entre otras cosas, el proceso de limpieza de los mismos y las actividades que se desarrollan allí.
La particular formación de la Cancha de Bochas.
Luego del Museo (donde también se pueden comprar bebidas, no olvidemos los 40 °C) llega la última parada del circuito que corresponde al Submarino. Seguramente la mas reconocida de las geoformas del Parque. A partir de este punto simplemente seguimos el camino que nos lleva al punto de partida y allí finaliza el recorrido.
La Esfinge (la de atrás, el otro soy yo), otra de las geoformas características.
Mi experiencia en Ischigualasto no fue tan buena como hubiese pensado, aunque no por culpa del lugar. Estábamos con un nene de dos años y medio y el calor era sencillamente insoportable. Bajar del auto en cada parada era exponerlo a estar parado, o caminando un poco, bajo ese sol. Si bien no le iba a pasar nada, tampoco iba a estar haciendo algo que disfrutara (los relatos del guía y el paisaje aun no le resultan atractivos), así que decidimos que se quede en el auto con el aire acondicionado. Luego se quedó dormido y se quedó mi mujer con él. En resumen, casi todo el recorrido lo visité yo solo, a excepción del Museo de Sitio a donde lo hicimos bajar.
Esta geoforma me pareció increíblemente similar a Sid, el perezoso de La Era del Hielo.
Dejando de lado ese detalle, la visita es muy interesante. Tanto por la información que se brinda a través de los guías como por los paisajes que se disfrutan casi todo el tiempo. Lamentablemente no pudimos ir al Parque Talampaya para comparar (tal como nos dijo el dueño del alojamiento en Pagancillo), pero el Parque Ischigualasto es sin duda un imperdible. Más aun deben ser imperdibles las otras excursiones, particularmente la visita nocturna o el circuito en bicicleta. Me gustaría algún día poder hacer ambas.
Los más chicos se llevan muy bien con los dinosaurios.
Como anticipé al principio quería comentar algo acerca de las visitas nocturnas al Parque Talampaya. A diferencia del Valle de la Luna, en Talampaya las excursiones se hacen a traves de operadores privados. En el caso de la visita nocturna que se hace con Luna llena, hay que contratar la excursión previamente con el operador correspondiente en las fechas en que hay Luna llena (la noche de Luna llena plena, dos anteriores y dos posteriores).
Ahora bien, nosotros teníamos todo calculado para llegar en uno de esos días y hacer la excursión que lleva a cabo la empresa Runacay Servicios Turísticos. El día que llegamos a Pagancillo comencé a intentar comunicarme con ellos pero fue siempre imposible, nadie respondía el teléfono. Al día siguiente fui hasta la oficina que tienen en Villa Unión y estaba cerrada. Pasó otro día más y en un nuevo intento me logro comunicar telefónicamente. Pero al querer reservar los lugares para la excursión me dicen que por falta de visitantes para completar el cupo, las habían suspendido para ese día y el siguiente. Solo iban a realizarla uno de los días de Luna llena pero en forma exclusiva para un grupo de fotógrafos.
En definitiva, nos quedamos con las ganas de vivir esta experiencia por lo que, en mi opinión, es un incorrecto manejo por parte de la empresa y, por qué no, de la administración del Parque Talampaya que tiene concesionadas las excursiones.
Como dato de color, durante nuestra visita pudimos ver en acción a los equipos de Google que documentan para el Street View. Dentro del Parque mismo, una persona subida al techo de una camioneta con el dispositivo en la espalda recorrió los senderos para, supongo, tomar las imágenes que luego irán al Street View.
También dentro del museo había una persona con un dispositivo que colocaba en cada sala para tomar imágenes.
Me pareció cerrar con unas FAQ:
¿Cuándo conviene visitar el Parque Ischigualasto/Valle de la Luna?
Considerando que el parque se encuentra abierto todo el año, creo que la respuesta está casi por completo ligada al factor climático. En horario de verano abre de 8:00 hs. a 17:00 hs. y en horario de invierno abre de 09:00 hs. a 16:00 hs. Considerando que el circuito tradicional dura 2 horas, sin dudas el mejor horario es el de la mañana temprano, para que en caso de ir en verano no suframos tanto el calor de esta zona desértica. Según leí la temperatura puede llegar hasta los 50 °C en verano, así que no es quizás el mejor momento para ir. Estimo que la primavera y el otoño son los momentos apropiados. Nosotros fuimos en primavera e igual el calor era sofocante, aunque a los dos días volvimos a pasar por la zona y la temperatura era de 20 °C. Ideal, digamos.
¿Dónde conviene hacer base para conocer Ischigualasto?
Esa pregunta la respondo en el post «Donde alojarse para visitar Talampaya-Ischigualasto»
¿Qué excursiones conviene hacer?
Es una pregunta bastante personal que debe hacerse cada uno basado en sus gustos. El circuito tradicional es el mínimo necesario, pero por supuesto que el circuito de trekking o en bicicleta o la visita nocturna pueden enriquecer mucho mas la visita. Personalmente haría la visita nocturna y el circuito en bicicleta.
¿Vale la pena visitar el parque?
Por supuesto! Ademas, cada uno debe hacer su experiencia. Y para ello hay que conocer. No me parece bien dejar de ir a lugares en base a la opinión de otros.
¿Se puede visitar el Valle de la Luna y el Parque Talampaya en el mismo día?
Claro que se puede. No creo que sea lo mas recomendable, más que nada por el hecho de tener que ir «apurado» de un lugar a otro, pero es totalmente posible. Por ejemplo, llegando al Valle de la Luna a las 8:00 hs. (horario de verano) y haciendo el circuito tradicional que sale a esa hora, para las 10:00 o máximo 10:30 ya se puede salir rumbo a Talampaya. Es decir que para el mediodía aproximadamente ya se puede iniciar una de las excursiones de ese otro parque.