Crítica: Petit Hotel Meridiano Sur, Santiago de Chile.

Llegamos a Santiago alrededor de las 19:00 hs. después de dejar nuestro anterior alojamiento en San Juan (Argentina) a las 10:00 hs. Es decir que estuvimos unas 9 horas viajando, incluida una hora que nos llevó el tramite fronterizo en el Paso Cristo Redentor en Mendoza.

El viaje hasta Santiago fue muy lindo, los paisajes a partir de Potrerillos son hermosos y se acentúan luego de pasar por Uspallata. Es un viaje recomendado para hacer en auto y parar a sacar fotos las veces que sea necesario. Llegando al cruce internacional y mas aún luego de cruzarlo, encontramos bastante nieve que nos permitió, sobre todo a la vuelta, hacer un pequeñísimo muñeco y tirarnos un par de pelotas.

Como Santiago no era un destino de este viaje si no que surgió de improviso por el cierre del Paso San Francisco (sobre lo que fui escribiendo en las críticas del Hotel Cortaderas de Catamarca, la Hostería Municipal de Fiambalá y el Gran Hotel Provincial de San Juan ), llegamos sin reservas de alojamiento.

Creo que desde que vamos de vacaciones no fueron mas de dos veces las que llegamos a una localidad para quedarnos y no teníamos reservado el alojamiento. Lamentablemente en Santiago fue una de ellas. Como mencioné antes, llegamos alrededor de las 19:00 hs y la única referencia que tenía era de un hotel en el barrio Las Condes al que un familiar había viajado poco tiempo atrás. Hacia allí nos dirigimos.

Una vez llegados, entro a la recepción, pregunto por una habitación triple y me responden: «No, tenemos todo ocupado porque hay una convención en la ciudad y por hoy y mañana no tenemos habitaciones disponibles«. Bien.

Antes de continuar tengo que mencionar que en esta zona de Santiago no se puede estacionar el auto en la calle. En ninguna. Por lo que parar en la puerta de un hotel, bajar y consultar si hay lugar disponible no fue tan fácil como parecería.

Luego de dar muchas (pero muchas) vueltas, encontré un callejón donde dejar el auto, con mi mujer y mi hijo esperándome, y me dispuse a encontrar alojamiento. Eran ya las 20:30 hs. Primero el Ibis de Las Condes. La cadena Ibis siempre me resultó conveniente, así que esperaba lo mismo en Santiago.

-Hola, ¿tienen una habitación doble o triple para hoy y mañana?.
-Disculpe, hay una convención en la ciudad y tenemos todo reservado.
-(¡¡OH NO!!) Ah, entiendo, ¿y otros Ibis en la ciudad hay?
-Si, claro, ¿quiere que consultemos si tienen disponibilidad en los otros dos que se encuentran cerca?
-Si, por favor.
Segundos después.
-No, en ninguno de los dos hay lugar disponible.

Y así pasé por los tres Ibis, un Best Western, y otros cuatro hoteles que tampoco tenían lugar. Siendo las 21:00 desistí y pensé que lo mejor sería ir a comer a un lugar con wifi para hacer la búsqueda como debería haberla hecho en un principio. Por internet.

Comimos en el mall Parque Arauco y a través de Despegar.com y Booking.com encontré un par de opciones cercanas que aparecían con disponibilidad. Sin hacer la reserva fuimos directamente al primero: Meridiano Sur Petit Hotel. Llegamos, consultamos disponibilidad y precio y, si bien nos pareció caro, eran ya las 23:00 hs y no estábamos para seguir dando vueltas. Así que allí nos quedamos. A continuación la crítica de nuestra estadía.

El frente del hotel.

Datos de contacto:

Web: http://www.meridianosur.cl

Alojamiento contratado:

Después de una larga recorrida por hoteles, todos ocupados, llegamos a Meridiano Sur a las 23 hs y nos quedamos en la habitación que había disponible. Una doble + uno (una cama doble y un sofá cama) por la cual nos pidieron u$s 150 por noche con desayuno incluido.

Ubicación:

Aunque no estuvimos mucho tiempo en Santiago, me queda la sensación de que el hotel está muy bien ubicado. Tanto por su conexión de transporte público como por la posibilidad de recorrer la ciudad caminando.

Se ubica a unos 200 metros de la avenida Nueva Providencia, que recorre buena parte del centro de la ciudad y por debajo de la cual circula la linea 1 (roja) del Metro de Santiago. La estación mas cercana del mismo, Manuel Montt, está a unos 400 metros y solo la separan 6 estaciones de la estación La Moneda, en pleno centro de la capital chilena.

En la zona del hotel hay varios comercios, farmacias, algún restaurante y bar, almacenes, etc. Con un poco de caminata se puede llegar al shopping Costanera Center o varios puntos importantes de la ciudad.

Servicios:

El hotel es muy pequeño, creo que no llega a tener 10 habitaciones. Esto le genera un ambiente muy de «hogar» mas que de hotel.

El edificio está muy bien mantenido, y quizás su único defecto sea la falta de ascensor. La verdad es que no es demasiado importante para nosotros, pero, por ejemplo, el lugar donde se sirve el desayuno esta medio piso por debajo de la recepción y nuestra habitación estaba en un segundo piso, por lo que teníamos casi 3 pisos por escalera para ir o volver de desayunar. Como decía, no es demasiado importante. Salvo que haya que llevar un nene/bebe en brazos o que uno tenga problemas de movilidad.

Salón contiguo a la recepción.

El acceso a internet inalámbrico está incluido en el precio y funciona bien, tanto en la habitación como en las áreas comunes. No hay servicios extra como pileta o gimnasio. Tampoco parece haber restaurante, lo cual es lógico dado el tamaño del hotel.

Otra parte del mismo salón.


Tampoco tiene estacionamiento. En nuestro caso, quizás por la hora en que llegamos y por buena voluntad de la persona de la recepción, se nos permitió dejar el auto en una entrada para autos que tiene a un costado donde sólo entra un vehículo. Desconozco si habitualmente se ofrece como cochera o no, pero nosotros pudimos usarla.

Creo haber visto en la recepción dos computadoras para uso de los huéspedes. Esto sería a confirmar!

Atención del personal:

La atención de las dos personas que vimos en recepción durante nuestra estadía y de la persona que atendía la zona de desayuno fue por demás cordial. Nada para decir al respecto mas que destacar la buena atención.

Habitaciones:

Nos asignaron una habitación ubicada en el último piso. Como dije antes, se accede por escalera subiendo dos niveles.

Batman no era parte de la habitación.


La habitación estaba muy bien, suficientemente amplia, moderna y bien ambientada. La cama era tamaño king (2 metros x 2 metros), también muy cómoda.

Había una ventana que daba hacia la calle, sin embargo la habitación no era ruidosa. También había aire acondicionado, televisión y caja fuerte. La señal de wifi llegaba correctamente.
Ademas de la cama, había un sofá que podía convertirse en una segunda cama.

El sofá cama a un costado.


El baño era correcto, aunque podría criticar lo pequeño del sector de ducha. La bañadera era particularmente chica (corta) y estaba cubierta con una cortina (un vidrio le daría mas categoría en mi opinión). El agua salia correctamente. También contaba con secador de pelo.

El baño esta bien, excepto por la bañadera que es muy chica.

Perchero, televisión y un pequeño sofá, todo en la habitación.

Comida:

El desayuno estaba incluido en el precio y se sirve en un salón ubicado un nivel por debajo de la recepción. El lugar tiene una ambientación muy agradable, con grandes ventanas que dan a los patios del hotel llenos de plantas.

Desayuno bastante completo y bien presentado.


El servicio es del tipo continental con una variedad de opciones bastante buena, como cereales, yogur, panes, mermeladas, etc. A pedido (sin costo extra) se preparan panqueques de dulce de leche o manzana, los cuales recomiendo encarecidamente.

Se puede tomar el desayuno al aire libre si el clima lo permite.

 

O, por supuesto, bajo techo.


Aunque creo que no tiene restaurante, apenas caminando un poco fuera del hotel hay muchos restaurantes para elegir.

Los panqueques se piden en el momento. Excelentes.

 

Lo bueno:
-La ubicación es muy buena.
-Cochera descubierta sin cargo adicional (hay un solo lugar disponible y no se si nos lo dieron por buena voluntad o porque se pueda usar realmente).
-La habitación resultó cómoda al igual que la cama, que por otro lado es muy amplia (tamaño king size).
-Había wifi aunque con buen alcance en la habitación y áreas comunes.
-El hotel tiene un diseño y ambientación muy agradables.
-El desayuno es bastante completo.
-El personal es muy cordial.

Lo malo:
-Entiendo que el concepto «petit hotel» tiene sus particularidades, pero nos pareció demasiado caro.
-La falta de ascensor puede resultar problemático para algunas personas.
-No tiene cocheras.
-El sector de la bañadera/ducha se utiliza perfectamente, pero podría ser un poco mas amplio.

Veredicto:
El hotel es muy lindo, está bien ubicado y pasamos una muy buena estadía en el. El único condicionante que le encuentro es el precio. Creo que se pueden encontrar mejores opciones en precio/calidad en la misma zona y nosotros no pudimos hacerlo por llegar ya de noche y sin ninguna reserva. De todas formas es un buen hotel.

Para quién si:
Quienes quiera alojarse en una zona céntrica, en un hotel pequeño, donde casi no hay ruidos, con pocos huéspedes y sin preocuparse demasiado por el precio. Viajeros que no tengan auto o que si lo tienen no les preocupe dejarlo estacionado lejos del hotel donde encuentren lugar en la calle.

Para quién no:
Turistas que buscan gastar poco, que busquen servicios adicionales al alojamiento como pileta, sauna, etc. Que tengan auto y no quieran dejarlo en la calle o lejos del hotel.

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