¿Para qué saco fotos?

Guardo todas mis fotos en la carpeta «Mis Imágenes» de Windows. Las tengo ordenadas en carpetas según el evento al que correspondan: «Cumpleaños de xxxxx 05-06-2015», «bautismo de xxxx 15-11-2014», «Europa 2011» y así algo más de 600 carpetas.

Si, 640 gb de imágenes y videos que crecen día a día.


La carpeta Mis Imagenes completa ocupa al día de hoy la friolera de 640 gb y tiene 120.000 archivos. Aunque no son puramente imágenes jpg. Hay muchos archivos RAW, algunos archivos de ediciones de Photoshop, otros de After Effects y Premiere, algunas fotos están duplicadas y hay muchos archivos de videos (hago bastante video también ademas de las fotos). Pero en definitiva, la mayoría son fotos. Y son muchas!

Al volver de un viaje a Europa en 2015 descargue la memoria de la camara, la de mi celular y la del celular de mi mujer, Nathalia, en una carpeta que se llama adivinen como? si, Europa 2015. Habia alrededor de 2000 fotos y unas 8 horas de video. Traducido en bytes, hablamos de unos 100 gigas (varios de los videos eran en 4K).

Y esas fotos no se quedan así. Dentro de cada carpeta que lo amerite, y un viaje a Europa lo amerita, hay otra que se llama «Finales» donde hago el «álbum» definitivo. Por un lado selecciono todas las fotos que me gustan, y por otro lado las edito, las recorto, edito los RAW que valgan la pena, armo las imágenes panorámicas (no, no uso las funciones de panorama automáticos de cámara de fotos y celulares, lo hago en la computadora) y finalmente las guardo en esa carpeta «Finales».

Todo ese proceso no es breve, y desde que llegué del viaje hasta que pude poner las fotos en Facebook pasaron no menos de 2 semanas.

Tener tantas imágenes te hace tener miedo de perderlas, asi que desde hace unos años tengo un disco externo para backup que compré para replicar toda la información de la computadora.

En este momento mi notebook, cuyo disco es de 1 terabyte de capacidad total, tiene solamente 20 gigas libres. Es lógico, la mayor parte del espacio lo ocupan las fotos. Estoy pensando en comprar un disco de 2 teras para reemplazar al que tengo.

Entonces, y sobre todo después de cada sesión de muchas fotos me ronda por la cabeza el interrogante, ¿para qué saco fotos?

Las fotos que publico en Facebook son mayormente ignoradas por todos, a excepción de mi mujer, mi mamá (si no puedo contar con ellas dos no se que debería hacer) y posiblemente alguna otra ocasional persona que las encuentre mas por casualidad que intencionalmente.

Convocar amigos o familia para ver fotos de un viaje o de alguna celebración constituye un evento que muy pocos están dispuestos a disfrutar. De hecho, nadie. Salvo quien este profundamente involucrado con el viaje o la celebración.

Las horas perdidas en la edición posterior se suman a las perdidas sacando fotos. Y nadie me las paga.

Con el tiempo uno se da cuenta que la mayor parte de la gente no distingue una foto bien hecha de una tomada sin cuidado. Y no estoy hablando de buenas fotos, si no de fotos bien hechas. Encuadradas, en foco, proporcionadas. Todas las fotos, bien hechas y mal hechas, reciben los mismos «que linda foto», «que hermoso lugar».

Pero quizás lo peor de todo sea ver esa o esas carpetas con fotos y videos que por ahora prefiero ignorar y hacer de cuenta que no están. Por que sé que dentro habrá imagenes de alguien que extraño pero que ya no está.

Entonces, ¿para qué saco fotos? Bueno, la primera respuesta es porque me gusta. Me gusta la parte artística, me gustan las fotos creativas, que en general no son las que yo saco, pero que al menos intento lograr. Y, en cierta forma, creo que intento llevarme conmigo algo de que lo que estoy presenciando para atesorarlo y para compartirlo. Aunque, como mencioné antes, compartir fotos ajenas no es una actividad placentera para la mayor parte de las personas.

Descubrí hace ya muchos años que hay una gran comunidad de fotógrafos en internet interesados en conocer el trabajo de los demás y en intercambiar consejos y opiniones. Uno termina mostrando sus fotos a personas que ni siquiera conoce, pero que están interesadas en verlas y dar su opinión sobre ellas. Y no solo eso, participo en los challenges organizados por usuarios del sitio DPReview dónde, bajo temáticas variadas, se publican fotos que luego son votadas por la misma comunidad.

Tengo una foto publicada que llegó al puesto N° 1 en una de mis participaciones y otra que alcanzó el puesto N° 2. Aunque debo reconocer que mi promedio está por debajo del puesto 30. No hay premios, pero tampoco es lo que se busca. Ese 1° y 2° puesto votado por gente desconocida fue suficiente premio para mi más que amateur técnica fotográfica.

Esta es la foto que quedó en el 1° lugar del challenge en DPReview. La saqué en los Geisers del Tatio, Atacama, Chile.


Para quien quiera intentar obtener un ingreso a partir de sus fotos, hay sitios web donde subirlas y que pagan de acuerdo a la cantidad de descargas que tenga la imagen. Shutterstock y 500px son dos de ellos. Aunque no es mi intención en este momento obtener un rédito de mis imágenes, es interesante contar con la posibilidad de hacerlo.

En este blog encontré un uso inesperado de mis fotos, al relatar viajes puedo enriquecerlos con imágenes que mejoren la experiencia de quienes lo lean. O eso intento al menos. De similar forma, en Twitter me encuentro cada tanto publicando fotos propias en respuesta ante distintos temas.

Las uso también como fondos. Tanto en mi cuenta personal como en la cuenta de Twitter y Facebook de Esos Lugares, las fotos de portada son siempre imágenes sacadas por mi. De igual forma, los fondos de escritorio en mi computadora siempre son fotos propias.

Y los hijos. Las fotos de mi hijo de tres años se cuentan literalmente de a miles. Fotos sacadas porque si y en cualquier momento. A esas hay que sumar las fotos de cumpleaños, bautismo, vacaciones, etc. A veces las miramos juntos, a él le gusta verse sobre todo en videos. Y es una hermosa experiencia mirarlos y disparar tantos recuerdos.

Mi hijo caminando a un lado del muro de Berlín, en la zona de la East Side Gallery

 

Mi hijo caminando pero esta vez en la ciudad de San Gimignano, Italia

Si bien, como mencioné antes, es triste ver una foto o un video donde hay alguien que ya no está, es la única forma que tenemos de volver a verlo o verla. A veces me pregunto si pasaré mis últimos años de vida mirando todas esas fotos guardadas durante tanto tiempo, casi añorando esos momentos.

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Euge
Euge
5 años hace

Comparto tus pensamiento! Me siento muy identificada! Hermoso blog!