Crítica: Hostería Municipal de Fiambalá, Catamarca.

Estaba todo listo para salir del Hotel Cortaderas en medio de la Cordillera y dirigirnos hacia el Paso de San Francisco para cruzar a Chile. Hicimos unos 90 km por la ruta N° 60 disfrutando del Camino de los Seismiles cuando un auto que venía de frente nos hace luces para que paremos: «Acaban de cerrar el paso a Chile por mal tiempo, no se sabe cuando lo abren», nos dijeron desde el auto.

Efectivamente, al margen de la hermosa vista que ofrece la ruta, se notaba que había un viento intenso y en las montañas se veía una densa capa de nubes. Pero nunca pensé que iban a cerrar la frontera. No podía creer que se me estuviese complicando el viaje de esa manera.

Resumo. La idea era ir desde Cortaderas hasta la ciudad de Caldera, en la costa chilena, donde ya teníamos hecha la reserva y luego de unos días allí, llegar a Viña del Mar. Si no podía cruzar por el Paso de San Francisco, la entrada a Chile tendría que hacerla o bien por el Paso de Jama o Sico o bien por Mendoza, en el Cristo Redentor. Ambas opciones implicaban varios cientos de kilometros de ruta y perder la reserva en Caldera.

Resolvimos esperar al menos un día para ver si se abría el paso y podíamos cruzar, pero no queríamos volver al Hotel Cortaderas por la posibilidad de que el paso siga cerrado y porque, ademas, queríamos bajar de tanta altura que ya nos había cansado un poco (el Hotel Cortaderas esta a unos 3500 metros de altura).

Llegamos a Fiambalá y buscamos alojamiento. El primer lugar al que fuimos, con las mejores calificaciones en Tripadvisor, la Casona del Pino, estaba cerrada. La segunda opción, Cabañas Lunita, no parecía estar cerrada, pero no había nadie para atendernos. Ni un timbre, ni una oficina de recepción, nada. La tercera opción, Aires de los Andes, no nos gustó demasiado y, lo mas importante, no tenían internet en ese momento (según ellos, por la intensa tormenta que había en toda la región).

Así que pasamos por la Hostería Municipal, preguntamos precio y, si bien el aspecto puede generar dudas a primera vista, después no es para tanto. Y finalmente nos quedamos ahí, enviando mensajes por Twitter a la cuenta del Complejo Fronterizo Paso de San Francisco (de Chile) y casi suplicando que lo abran. Acá va la crítica:

Alojamiento contratado:

Contratamos el mismo día de nuestra llegada una habitación triple con desayuno a $ 600 (u$s 40 aproximadamente).

Ubicación:

El hotel esta ubicado en el centro de la pequeña ciudad de Fiambalá, a solo 100 metros de la plaza principal. Esta ubicación es suficientemente buena para realizar cualquier actividad, ir a comer, dar una vuelta, etc. Al lado del hotel hay un cajero automático, a 100 metros un restaurante y un quiosco, heladerías, mercados, etc.
Siendo una ciudad muy chica, la ubicación no juega un papel tan importante, pero en este caso puedo decir que está bien ubicado.

Servicios:

El edificio que alberga al hotel es bastante grande e incluye un restaurante, la zona de habitaciones y la recepción del hotel, que es donde se sirve el desayuno. Los servicios que se ofrecen son, ademas del alojamiento, el desayuno y el acceso al wifi. El restaurante es parte del hotel y se accede desde la calle o desde una entrada interna.
La distribución del hotel es bastante particular. Alrededor de un gran patio central se ubican las habitaciones, en planta baja y primer piso. Parece como si fuese una escuela. Lo malo es que los ruidos retumban en todo este patio y llegan a las habitaciones. Si hay chicos o mucha gente hablando fuerte se escucha todo.

Una distribución bastante particular: patio central y habitaciones alrededor


El wifi no tiene buena cobertura en la habitación que nos tocó, tuvimos que salir al patio central para poder acceder con velocidad razonable. Para destacar que cuando fuimos había una importante tormenta en la zona que dejo sin internet a gran parte del lugar. Según nos dijeron, la conexión de esta hostería era la única que estaba funcionando. Pero repito, eso lo escuchamos solamente, no puedo confirmarlo.
En el exterior hay un sector para dejar el auto. No está techado ni cerrado, pero permite dejar el auto cerca de la entrada.

Atención del personal:

La atención es aceptable, no parece haber un gran esmero pero tampoco tuvimos problemas. Debo decir que estuvimos solo una noche y nuestro trato con la gente fue mínimo.

Habitaciones:

Llegamos desde el Paso de San Francisco porque lo cerraron justo antes de que podamos cruzarlo, asi que fuimos a Fiambalá para dormir e ir por otro camino hacia Chile. No teníamos reserva y luego de consultar en otros dos hoteles, preguntamos en la Hostería Municipal y nos ofrecieron una triple con desayuno por «solo» $ 600. Creo que es lo mas barato que pagamos por una habitación alguna vez.

Habitación austera pero cómoda.


La habitación era relativamente chica, pero estaba bien en ultima instancia. Las camas eran bastante cómodas, por supuesto que del tamaño mas chico posible, nada de queen ni king size. Muy austeras pero aceptables.
No hay heladera (no esperaba encontrarla tampoco), pero sí hay televisión y aire acondicionado. También una pequeña ventana que da a un estacionamiento trasero.

El baño necesita urgentemente una protección en la ducha para evitar que se moje todo.


El baño es chico también y tiene un gran problema. La ducha no tiene ninguna contención para el agua y al bañarse se moja todo. Absolutamente todo. Por eso hay un secador para el piso, que no es la mejor solución para un hotel.
El wifi no tenia cobertura en la habitación o, en el mejor de los casos, la señal era demasiado débil. Fuera de la habitación la conexión funcionaba correctamente, aunque no con gran velocidad.

Comida:

El desayuno se sirve en la recepción, donde hay también algunas mesas. Es bastante sencillo, ademas de la bebida caliente (café, leche, te, etc) hay jugo de naranja, pan y mermelada o manteca y ensalada de fruta (de lata). Punto en contra para el recipiente del azúcar que al estar abierto y ser compartido tiene manchas de bebidas (muy pocas para ser sincero).

Desayuno sencillo. Pero más que aceptable teniendo en cuenta el precio del hotel.


Por otro lado, el restaurante tiene un menú acotado que se dice en palabras (no hay uno en papel). En general platos sencillos como fideos, milanesas, etc. Los precios son buenos y la calidad esta bien. En lineas generales la opción gastronómica del hotel es acorde con el mismo, sencilla y con buenos precios.

Lo bueno:
-La ubicación es muy buena, a pesar de lo pequeña de la ciudad.
-El precio fue muy bueno.
-La habitación es chica pero resultó cómoda.
-Había wifi aunque con baja señal o directamente sin cobertura en la habitación.

Lo malo:
-La estructura del hotel carga con varias décadas a cuestas, necesita una puesta al día.
-Al bañarse, se moja todo el baño.
-El wifi tiene poco alcance en la habitación.
-La distribución de las habitaciones comunicadas al patio favorece a que sean bastante ruidosas

Veredicto: El hotel es muy sencillo, con servicios básicos y una estructura añeja. Sin embargo es muy barato, entonces la ecuación se vuelve favorable. No pasaría una vacación entera probablemente, pero para uno o dos días es aceptable.

Para quién si:
Quien quiera gastar poco y necesite conectarse a internet, ademas de estar en una zona céntrica de la ciudad.

Para quién no:
Quien busque alojamiento con una buena presentación estética y con servicios de buena calidad.

Subscribe
Notificar de
guest
0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments