Un monasterio detenido en el tiempo
Dentro del valle de Cedrón o de Kidron, en las afueras de Belén, región de Cisjordania, se encuentra un curioso monasterio. Y decimos curioso por varias razones. Primero, es un monasterio adaptado a una ladera en un paisaje desértico aunque modelado por el río Cedrón en forma de cañón. Se llama Mar Saba o Gran Laura de San Sabas, y es un monasterio fortificado habitado de modo continuo por siglos. Tanto como para ser uno de los monasterios habitados más viejos del mundo.
Fue fundado por San Sabas de Capadocia en el año 439 y hoy alberga alrededor de 20 monjes. El monasterio jugó un papel importante en el desarrollo histórico de la liturgia de la Iglesia ortodoxa en que el Typikón monástico (manera de celebrar servicios de la adoración) del santo Sabas se convirtió en el estándar en la Iglesia ortodoxa del este así como en las Iglesias católicas del este que siguen el rito bizantino.
El Mar Saba conserva muchas tradiciones sin cambios, entre ellas, la de no permitir a las mujeres la entrada al edificio principal (si a una de las torres). También conocido como monasterio de Santa Saba, en honor al fundador del lugar y uno de los santos de la iglesia católica y la ortodoxa, es un sitio de gran valor histórico para la religión ortodoxa griega, y un rincón de nuestro planeta donde el tiempo parece detenerse con un singular aspecto adaptado al paisaje.