Durmiendo en el avión (pero más cómodo)
Uno de los más “cool” alojamientos del mundo. Tal es como lo autodefinen sus dueños. Y algo de razón tienen. O bastante.
Y es que pensemos un momento, a quienes nos gustan los aviones, ¿nos gustaría utilizar uno como hotel? Claro que si! Y con ese público en la mira se construyó el Jumbo Hostel o Jumbo Stay.
Como su nombre lo indica es un hostel dentro de un Jumbo. Más precisamente, dentro un Boeing 747-200, construido inicialmente para Singapore Airlines en 1976 y luego vendido a Pan Am. Posteriormente también presto servicios para las aerolíneas Air Club International, Transjet, Northeast Airlines, Jet Midwest, Tower Air, Nationair, Cathay Pacific, Garuda Indonesia y, por último, Transjet.
Esta última empresa fue a la bancarrota en 2002 y el avión quedo varado en la base de Transjet, el aeropuerto de Arlanda-Estocolmo en Suecia, desde entonces y hasta el año 2008, cuando comenzó el proceso de reconversión desmantelando los interiores originales.
El hostel fue construido con los mismos estándares que cualquier otro edificio, desde seguridad hasta calefacción y sin olvidar el acceso para personas con movilidad reducida.
En el verano de 2008 el avión fue llevado a su ubicación actual, la entrada del aeropuerto, donde se colocó sobre una base de concreto y su tren de aterrizaje sujetado a tirantes de acero.
Un dato curioso, los motores del 747 se desmontaron dejando solo la carcasa exterior para permitir armar una habitación adentro. Claro que no es una habitación demasiado grande, de hecho es bastante chica, pero ¿a quién le importa?
La habitación más económica del hostel cuesta 550 coronas suecas (alrededor de 65 u$s) y es una habitación compartida. También hay habitaciones con baño privado e incluso podemos dormir en la cabina de comando desembolsando a partir de 1850 coronas suecas (unos 220 u$s).
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Christian
